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Los masajistas ayurvédicos desarrollaron una técnica especial basada en la comprensión de las distintas necesidades de los diferentes tipos de cuerpos y en su conocimiento de los 107 marmas, los puntos sutiles de energía que responden a una suave manipulación física hoy más conocidos como meridianos de acupuntura. El masaje ayurvédico actúa tanto a nivel físico como mental, permitiendo la regeneración de todos los sistemas del cuerpo. Practicado con regularidad, libera la tensión muscular, restituye la agilidad de las articulaciones rígidas y detiene el envejecimiento prematuro.