Jengibre para el bienestar intestinal y contra las náuseas
Por Francesca Biagioli para ViverSano.net
El jengibre (Zingiber officinale), también conocido como ginger, es una planta de origen tropical que con el tiempo se ha hecho famosa y apreciada en todas las latitudes debido a las extraordinarias propiedades que posee su rizoma. Entre otras cosas, esta especie es útil, por ejemplo, para el bienestar intestinal así como para controlar las náuseas.
Utilizado desde los orígenes de la medicina tradicional china para favorecer la digestión, el jengibre es útil también para prevenir o curar los constipados y la tos. Dado su sabor cálido y especiado, es un remedio perfecto sobre todo durante las estaciones frías, aunque nada impide, es más, se aconseja, que sea utilizado todo el año.
No se trata solo de tradiciones y usos populares; de hecho, numerosos estudios científicos han demostrado los efectos beneficiosos de esta especia para el sistema gastrointestinal atribuyendo también al jengibre calidades antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes.
Si se utiliza para favorecer la digestión o contra las náuseas provocadas por mareos, son suficientes unos pocos gramos de rizoma para aliviar o resolver el problema. Pero para obtener el máximo beneficio del jengibre fresco sería mejor llegar a los 10 gr al día (hasta un máximo de 30 gr diarios). El jengibre también es óptimo para resolver el meteorismo, para proteger la mucosa gástrica, facilitar las excreciones regulares y regular la secreción de bilis. Si se añaden a alimentos grasos, además de facilitar la digestión, limita la absorción.
Cómo utilizar el jengibre
Para contrarrestar molestias intestinales o náuseas, el jengibre se puede consumir de diversas maneras. Veamos cuáles son:
Infusión
La infusión o decocción de jengibre se prepara utilizando el rizoma fresco e hirviéndolo en agua durante 10 minutos aproximadamente. Por cada taza de agua se pueden utilizar dos o tres láminas de jengibre pelado. Para aumentar su efecto beneficioso sobre el sistema digestivo se puede añadir también zumo de limón recién exprimido.
Rallado
Si os gusta el sabor del jengibre podéis utilizarlo directamente en vuestros platos preferidos, ya sean salados como dulces, simplemente rallándolo tras la cocción o añadiéndolo a vuestros preparados. Pero empiecen con pequeñas dosis para saber si el sabor que aporta a vuestras comidas es de vuestro gusto.
En polvo
La versión en polvo del jengibre es muy cómoda de utilizar si no se tiene fresco, pero también como alternativa. En este caso, es suficiente con introducirlo en pequeñas cantidades en pastas, arroces, segundos, guarniciones, etc., para obtener un buen efecto digestivo y antiemético.
Masticar un trozo de rizoma
Para hacer que pasen las náuseas se puede cortar un trozo de rizoma de jengibre, quitar la parte externa y masticar durante unos minutos cada vez que se nota malestar.
Confitado
Incluso el jengibre confitado posee propiedades antieméticas y digestivas. Si no es de tu agrado el rizoma como tal, la alternativa es probar esta variante decididamente más dulce y sabrosa.
Aceite esencial de jengibre
Un óptimo aliado contra las náuseas es el aceite esencial de jengibre con el que puedes aromatizar tu casa mediante un difusor de esencias o inhalarlo a través de un pañuelo; o incluso puedes utilizarlo para masajear la zona abdominal (una o dos gotas diluidas en aceite vegetal son suficientes).
Extracto seco
El extracto seco estandarizado del jengibre es un remedio muy potente contra las náuseas y, en general, para el bienestar estomacal e intestinal, pues se trata de un producto cuyo principio activo está concentrado, por lo que es mejor utilizarlo bajo la supervisión de un experto. Es mejor evitar el consumo para náuseas gravídicas ya que no existen estudios que demuestren su seguridad.
Contraindicaciones del jengibre
El jengibre, sobre todo si se toma en grandes dosis, puede interactuar con algunos fármacos. Incluso si se hace exclusivamente un uso alimentario (con cierta frecuencia), siempre es aconsejable pedir la opinión de su médico de cabecera. En algunos casos, comer demasiado rizoma de jengibre puede ocasionar el efecto contrario al deseado; o sea, puede provocar molestias gastrointestinales. Siempre es aconsejable no exceder la dosis recomendada.
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